El miedo en el creyente efectos y como combatirlo
Leamos la siguiente anécdota
Anécdota
Charly y sus amigo habían ido a acampar a una cabaña en el bosque con sus
amigos y esposa Lory. Mientras comían una carne cocida en la fogata, uno de los
amigo señaló hacia donde parecía haber visto un oso. Lory no dijo nada, esa
noche debían regresar. Caminaron por el sendero hasta el estacionamiento y Lory
iba cantando “Cuando allá se pase lista, cuando allá se pase lista” y lo
cantaba muy fuerte. Luego me confesó que cantaba muy fuerte para espantar el
oso. Luego Charly descubrió que en ese lugar no había osos. El miedo a los osos
es más problemático que los mismos osos.
El miedo a veces nos lleva a ver cosas
que no existen, el miedo entra en nuestras mentes y corazones y puede
transformar nuestra vida al punto de ocasionarnos muchas consecuencias hasta la
misma muerte. EL miedo como emoción que nos advierte de un peligro es hasta
cierto punto normal y necesario. Pero cuando toma grandes dimensiones al punto
de robarnos la paz, de quitarnos la alegría y robarnos las ilusiones y metas se
convierte en una emoción nociva y peligrosa. Por eso, el Señor nos dice en su
palabra en muchas ocasiones “no tengan miedo”.
¿Qué es el miedo?
Sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o
imaginario. Es una emoción que aparece por un estímulo y nos hace prevenirnos
de un peligro.
¿Dónde nació el miedo?
Vemos como después del pecado de Adán y Eva tuvieron miedo de Dios y se
escondieron: "Oí tu andar por el huerto, y tuve miedo, porque estaba
desnudo. Y me escondí" (Gn. 3:10).
Es producto del pecado
¿Cómo utiliza
satanás este miedo en el creyente?
El miedo es el arma que usa el diablo para
destruir las almas. Contra esta arma no podemos pelear con nuestras propias fuerzas.
El arma del miedo produce zozobra, inestabilidad, inseguridad, depresión,
angustia, horror, ansiedad, desesperación, agonía, remordimiento, pensamientos
suicidas, enfermedades, tristeza, abatimiento y hasta la muerte.
Ejemplos de la biblia de personajes que tuvieron miedo:
Adan y
Eva-Elías-Abraham-Jacob-Saúl-los marineros de la embarcación donde iba Jonás
¿Cómo combatir el miedo?
1- CONFIAR
y CAMINAR POR FE
Hay más de 3000 promesas en la Biblia. El primer paso es aprender a confiar en ellas y en Dios. De nada sirve decir
que creemos si no hacemos caso de lo que el Señor nos transmite en las Sagradas
Escrituras, de las promesas que allí se consignan.
"La paz os dejo, mi paz os doy. Os la doy, no como el mundo la da. No se
turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Jn. 14:27).
Leemos lo que dice Mateo. 11:28-29
Es indispensable
aprender a caminar por fe y no
por vista, tal como nos enseña en apóstol Pablo. Esto significa que cada vez
que caemos en una situación que nos infunde temor, debemos fundamentarnos
en principios y no en emociones y sentimientos, porque estos son tan
cambiantes como el tiempo. El estado de animo en muchos es según las
circunstancias.
La fe es “...la certeza
de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve"
(Heb. 11:1).
La fe ayuda a
consolidar los principios que llevan a la victoria a los creyentes.
2- Abandonar el pecado
Nuestras emociones negativas, como el temor, el
afán, la ansiedad... generan sustancias que afectan a nuestros órganos(Adrenalina,
cortisol, ). El pecado es el mayor productor de miedo. Vivir en armonía con
Dios, a través de la obediencia a la santa ley, aleja el miedo y provoca
emociones correctas:
“¡Si hubieras atendido a mis Mandamientos, entonces sería tu paz como un río, y
tu justicia como las ondas del mar!” (Is. 48:19).
3- Olvidar
el pasado
El pasado es para muchos
como una cadena gruesa y pesada que les aprisiona en la cárcel del temor. No
pueden dar un paso hacia delante porque están siempre centrados en el pasado.
El pasado les ahoga, les deprime, les asusta, es como un fantasma que les
persigue.
Debemos aprender a
romper esa fijación: "No os acordéis de las cosas pasadas, ni recordéis
las cosas antiguas” (Is. 43:18).
Es
interesante notar que el 85% de los temores de las personas son por cuestiones
que tuvieron lugar en el pasado.
Conclusión:
¿Cuáles son tus miedos? ¿Has podido identificar la raíz de ese miedo y las
consecuencias que ha tenido en tu vida? Hoy te dimos tres pasos a seguir de
cómo vencer tus miedos. Piensa en estos, el miedo puede ser una emoción normal,
en tanto sirva para apercibirnos de un peligro, pero cuando ya el miedo cercena
mi vida limitándome a hacer cosas que normalmente debería de hacer, se
convierte en una emoción nociva y progresiva en tu vida.
Hoy queremos que estregues esos miedos a Dios, pero que des el paso de
vivir en fe. Como vimos, Jesús nos dio la respuesta, pero el pide que pongamos
por obra esa respuesta.
Editado por: Heiner Espinoza
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