La indiferencia en el cristiano

 

La indiferencia en el cristiano

Hola mi querido lector, gracias por visitarnos. Hoy abordaremos un tema muy interesante y necesario, hablaremos de una conducta que se ha convertido en una pandemia por si misma, más terrible aún que el mismo Coronavirus. Hablemos de la indiferencia. Para entender mejor esto veamos la siguiente historia: 




Como vimos en esta historia, la indiferencia tiene consecuencias en nuestras vidas, y más aún la vida de los creyentes, cuando somos indiferentes ante Dios. Solo el ratón no vio las consecuencias, por no mostrarse indiferente ante la situación que enfrentaban. El resto de animales tuvo que afrontarlas. No podemos vivir sin importarnos lo que pasa a nuestro alrededor con nuestra relación con Dios. Es necesario atender intencionalmente y con propósitos nuestras obligaciones como cristianos. 

¿Qué entendemos como indiferencia?

La indiferencia se manifiesta en la falta de sensibilidad, en la ausencia de motivación y de entusiasmo para hacer algo, es una frialdad afectiva. Muchas veces la indiferencia está asociada a la arrogancia, al orgullo y a la soberbia.  La indiferencia es una forma de rebeldía.

Un día de estos, mientras me ocupaba de muchas tareas producto de mi trabajo, me embargó un sentimiento extraño que me llevó a la reflexión sobre mi relación con Dios y una pregunta vino a mi corazón: ¿eres indiferente ante Dios? Qué pena decirlo, pero muchas veces los cristianos nos volvemos indiferentes ante Dios, llegamos al punto de que no nos interesa si oramos, ayunamos o leemos las escrituras. Ya no es parte de nuestras prioridades

Tenemos que saber que al Señor no le molesta la indiferencia de los inconversos, no le duelen las actitudes de soberbia o de altanería de los que no son sus hijos, pero a él le duelen las actitudes de indiferencia y de soberbia de nosotros sus hijos, que nos llamamos hijos de Dios, pero no lo honramos como nuestro Padre (Malaquías 1:6)

Jehová reprende a los sacerdotes

El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?

Aquí Dios nos hace ver que el exige que sus hijos e hijas se vuelvan a él y dejemos la indiferencia. 

No podemos olvidar lo que Dios ha hecho por nosotros, Salmo 103:2-6 nos relata todas aquellas cosas por las cuales no podemos olvidarnos de Dios y ser indiferentes..

Nuestro Dios nos ha perdonado todos nuestros pecados (vs 3a)  

Nos ha sanado de nuestras enfermedades, hemos experimentado su poder sanador en nosotros y en nuestra familia. (Vs 3b)  

Nos ha rescatado cuando pensábamos que ya no teníamos salida, su mano de amor y poder se extendió para rescatarnos de las situaciones más difíciles de nuestra vida. (Vs 4a) 

No ha llenado de favores y de misericordia aun cuando nadie quería o nadie podía ayudarnos. (Vs 4b) 

Nos ha dado provisión aún más de lo que necesitamos, nos ha saciado, nada nos ha hecho falta. (Vs 5)  

Ha sido nuestro defensor, ha sido nuestro abogado, él ha sido quien nos ha dado la victoria aun ante los enemigos más fuertes (vs 6) 

 Dos formas de como mostramos la indiferencia ante Dios

Olvidamos las promesas

Será que ya olvidamos las promesas que le hicimos a Dios, cuando pasamos momentos de aflicción. En el momento que no teníamos salida y le prometimos a Dios que si nos libraba de la prueba, le serviríamos de corazón.. ¿Nos ha librado el Señor? Mire lo que dice

Eclesiastés 5:4-5

4 Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.

5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.

Aunque en realidad no es que nos olvidemos, sino que nos volvemos indiferentes en nuestro corazón, no tenemos agradecimiento para nuestro Dios que rescato del hoyo nuestra vida, que nos sanó de nuestras dolencias. 

Cuando siempre tenemos una excusa para los asuntos de Dios

Cuando estuvimos en esos momentos de apremio, y buscamos a Dios insistentemente. Ayunábamos, orábamos y participábamos de todas las actividades que se proponían en la iglesia. Pero después de la tempestad tenemos una y mil excusas para no acercarnos al Señor.

Lucas 14:16-22

16 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.

17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado.

18 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses.

19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses.

20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.

21 Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Vé pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.

22 Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.

 No podemos vivir bajo las excusas siempre para no acercarnos a Dios, porque el día que el Señor nos llame a su presencia, no podremos decirle "No tuve tiempo" " Estaba ocupado", no serán suficientes esas excusas. 

 Conclusión

Dios nos hace un llamado hoy a salir de esa indiferencia, no es tiempo para seguir viviendo así, Dios habló a mi corazón y me hizo ver la necesidad de no ser indiferentes, de volver a la senda antigua y retomar el camino, no son tiempos sencillos para vivirlos indiferentemente ante Dios. 

Apocalipsis 3:14-22

16 Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

Dios no quiere que vivamos como si no nos importara nuestra relación con él. Debemos hacernos un autoexamen y valorar como vivimos delante de Dios. 

La Biblia dice que hemos escapado de las contaminaciones de este mundo por el conocimiento del Señor; Conocimos al Señor y el nos libró de este mundo, por tanto, no nos enredemos otra vez en ellas.

 «Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero» (2Pedro,2:20).

Adelante hermano y hermana Dios está dispuesto a recibirnos una vez más, pidamos perdón a Dios y retomemos el camino, no seamos más indiferentes. 


Editado por: Heiner Espinoza

e-mail: asocentrointercultural@gmail.com

WhatsApp: +506 6089-8422

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Estudio Bíblico: La Tentación

El miedo en el creyente efectos y como combatirlo