La importancia de consultar a Dios para tomar decisiones





 La importancia de consultar a  Dios para tomar decisiones

Muchas veces tomamos decisiones a la carrera y nos dejamos llevar por impulsos.  Que pena saber como personas alejadas de Dios consultan a brujos, santeros y espiritistas, recuerdo hace muchos años cuando me correspondió  trabajar como taxista y vi como muchas personas me pedía servicios donde una bruja que había en Paso Canoas, frontera con Panamá y nosotros que conocemos la Palabra de Dios y somos sus hijos, hijos del Dios todo poderoso no podemos confiar en él para consultarle y esperar una respuesta. 

 A todos nos ha pasado que debemos tomar una decisión, pero no tenemos claridad sobre lo que Dios quiere y que es lo que realmente nos conviene. 


Por eso la palabra del Señor dice:

Romanos 8:26-39

26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

27 Más el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Note como en el versículo 26 dice que no sabemos pedir como conviene, pero el Espíritu Santo lo hace por nosotros, y no lo hace de cualquier manera si no que se esfuerza al máximo (con gemidos indecibles)

Pero también encontramos algo importante en el vrs 27, dice que el examina cuales son las intenciones que tenemos en el corazón y en función de eso toma en cuenta la voluntad de Dios para con nosotros.

Por lo tanto, cualquier incertidumbre, cualquier zozobra que tengamos aquí desaparecen. 

- Porque el Espíritu Santo lo hace por nosotros ¿qué más garantía?

- Estamos seguros que la respuesta de Dios será la que contiene su voluntad. 


Si había alguien que tenía claro esto era David, leamos lo siguiente: 

1 Samuel 30:7-8

7 Y dijo David al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: Yo te ruego que me acerques el efod. Y Abiatar acercó el efod a David.

8 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.

Leemos en los versículos anteriores a un David consultando a Dios para obtener la dirección de él en las decisiones que debía tomar 

Estos pasajes nos narra como David, llega a Siclag y encuentra la Ciudad quemada por los Amalecitas, y habían raptado a sus esposas y sus hijas. David siendo un hombre de guerra acostumbrado a las batallas y a ganarlas y en una situación difícil, significaba que su familia estaba en manos de los enemigos, podría una pensar que por impulso la primera decisión era ir tras ellos y liberar a sus familias. Pero no, David tomó como primera opción consultar a Dios. 

Veamos otro ejemplo de David consultando a Dios para tomar una decisión.

1 Samuel  23:1-5 

“1 Dieron aviso a David, diciendo: He aquí que los filisteos combaten a Keila, y roban las eras. 2 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Iré a atacar a estos filisteos? Y Jehová respondió a David: Ve, ataca a los filisteos, y libra a Keila. 3 Pero los que estaban con David le dijeron: He aquí que nosotros aquí en Judá estamos con miedo; ¿cuánto más si fuéremos a Keila contra el ejército de los filisteos? 4 Entonces David volvió a consultar a Jehová. Y Jehová le respondió y dijo: Levántate, desciende a Keila, pues yo entregaré en tus manos a los filisteos. 5 Fue, pues, David con sus hombres a Keila, y peleó contra los filisteos, se llevó sus ganados, y les causó una gran derrota; y libró David a los de Keila.”


Vemos a 2 tipos de personas aquí, un David que consulta a Dios, espera su respuesta y actúa seguro en sus decisiones y otros que tienen miedo que están amedrentados por la situación y les impide actuar. He ahí la importancia de consultar a Dios y esperar. 

Un buena práctica como Sacerdotes de Dios

David era un líder y estaba a la cabeza de un pueblo, nosotros de alguna manera ejercemos ese rol en nuestros ministerios en nuestras familias.

En el caso de los jefes o jefas de hogar, es necesario que nuestros hijos nos vean consultando a Dios en cada decisión que tomamos, que vea de esta manera como tomamos las riendas de nuestra familia. Como somos diligentes en pedir la dirección a Dios en cada meta que nos propongamos.  

¿Qué significa consultar a Dios?

Consultar a Dios quiere decir que dependemos de Dios, que para nosotros es más importante y prioridad lo que piensa de Dios que lo que pensamos nosotros.  Y esta consulta debe ser directa, David era claro, ¿Debo atacar a los Filisteos? Y la respuesta de Dios era de igual manera “Si ve y ataca a los Filisteos yo estoy contigo”. 

Quizá te dices a ti mismo, que difícil es esperar la respuesta de Dios, cuando me precisa tomar una decisión. 


Esperando la respuesta de Dios

Es importante esperar la respuesta de Dios y a veces no preguntamos ¿Cómo saber la respuesta de Dios a nuestra consulta? 

Bueno, pues vaya a la biblia, ahí Dios nos responde a través de la palabra a través de la predicación y a través de la oración. A través del tiempo vemos como las circunstancias toman un rumbo, a veces es difícil esperar y ¿quién más que yo puede hablar de eso? He visto como con el pasar del tiempo Dios ha hecho su obra.  Pero no siempre tenemos el tiempo para esperar. Entonces ¿Qué hacer? Veamos lo que dice la Palabra de Dios: 

Salmos 37:5-7

5 Encomienda a Jehová tu camino,

Y confía en él; y él hará.

Esta porción de la Palabra lo que nos dice es que muchas veces lo que debemos hacer es decir Dios, necesito hacer esto, confío en que tu mano irá conmigo y acompañarás mi gestión.  PERO LO QUE NO DEBEMOS HACER NUNCA ES TOMAR DECISIONES SIN HABER HABLADO CON DIOS. 

 



Las consecuencias  de no consultar a DIOS:

Leamos lo que dice Deuteronomio 1:41-46

La derrota en Horma

41 »Entonces respondisteis y me dijisteis: “Hemos pecado contra Jehová. Nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que Jehová, nuestro Dios, nos ha mandado.” Os armasteis cada uno con vuestras armas de guerra y os preparasteis para subir al monte. 42 Pero Jehová me dijo: “Diles: No subáis ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros enemigos.”

43 »Yo os hablé, pero no me escuchasteis; antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, y persistiendo con altivez subisteis al monte. 44 Pero salió a vuestro encuentro el amorreo que habitaba en aquel monte, os persiguieron como hacen las avispas y os derrotaron en Seir hasta llegar a Horma. 45 Entonces volvisteis y llorasteis delante de Jehová, pero Jehová no escuchó vuestra voz ni os prestó atención. 46 Por eso os tuvisteis que quedar en Cades todo ese tiempo que habéis estado allí.

Note como dice el vrs 41 y os armasteis con vuestras propias armas, y en el 42 Dios les dice que no suban. En el 43 Moisés  les dice os hablé pero fuiste rebeldes. Vemos aquí un pueblo que toma sus propias decisiones “vuestras propias armas” y actúan sin que Dios estuviera con ellos y dice que fueron derrotados. Y la consecuencia más terrible que narra el vrs 45 es que Dios no les escuchó más. Perdón por la expresión, pero por la “cabezonada” de tomar nuestras propias decisiones, podemos ser abandonados a nuestra suerte.  



Una razón por la que Dios no responde


1 Samuel 14:37-“37 Y Saúl consultó a Dios: ¿Descenderé tras los filisteos? ¿Los entregarás en mano de Israel? Más Jehová no le dio respuesta aquel día. 38 Entonces dijo Saúl: Venid acá todos los principales del pueblo, y sabed y ved en qué ha consistido este pecado hoy; 39 porque vive Jehová que salva a Israel, que aunque fuere en Jonatán mi hijo, de seguro morirá. Y no hubo en todo el pueblo quien le respondiese.”

Pueden existir muchas razones para pensar que Dios no responde, pero a veces un no o el silencio puede ser su respuesta. Lo preocupante es cuando la respuesta de Dios se aparta de nosotros y una razón por la que eso puede pasar es cuando hay pecado en nosotros. 

En este versículo bíblico vemos como Saúl con una actitud maligna y pecaminosa no le importó hasta acabar con la vida de su hijo, sin antes preguntarse como estaba su vida delante de Dios y que él era el primer responsable. Por dicha el pueblo decidió que la muerte no caería sobre Jonathan. 

Si Dios rechaza nuestra oración tenemos razones para sospechar que es por algún pecado albergado en nuestro corazón, el cual debemos buscar para sacarlo y eliminarlo. Siempre debemos sospechar de nosotros mismos y examinarnos primero; pero un corazón que no se ha humillado sospecha de cada persona, y busca en todas partes, menos en sí mismo, la causa pecaminosa de su calamidad. 


Esto quiere decir que Saúl era capaz de matar a su propio hijo solo por no esperar la respuesta de Jehová. No debo ser impaciente ni tomar las cosas por mis propias manos.


Conclusión


Tal vez llevas muchos años viendo consecuencias tras consecuencias nefastas en nuestra vida, tal vez no somos exitosos en nuestras relaciones sentimentales, en los negocios, en nuestro ministerio y cuantos proyectos emprendemos. Debemos preguntarnos, ¿cuántas veces consultamos a Dios? ¿Esperamos la respuesta de Dios? O actuamos bajo nuestras propias fuerzas. 

También sería importante y necesario pensar si hay algún pecado en nuestra vida que ha cortado la comunicación con Dios. Quiero invitarle a que le pidamos perdón a Dios por no tomarle en cuenta y que le entreguemos nuestros pecados a Dios y confiemos en él. 


Escrito por Heiner Espinoza

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